Viaje que hicimos Maria y yo a Egipto en crucero por el Nilo hasta el Cairo.
La estancia en el cairo estuvo llena de aventuras. Nos perdimos por el barrio copto y un guia improvisado nos llevo hasta un cafe autoctono lleno de moscas, donde nos invito a un cafe sin filtrar, lleno de posos. La estampa era rocambolesca, Maria rodeada de moscas y moros que no dejaban de mirarla, yo intentando escupir el café para evitarme una diarrea, y nuestro guia intentando sacarnos la pasta despues de pagar el cafe.
El tema era sencillo al estar en deuda con él debiamos comprar cualquier cosa en la tienda de uno de sus familiares (debia tener cientos de primos), daba igual que fuera colonia, calzado o trapo. Eso fue lo que al final compramos para quitarnoslo de encima).
Otra aventurilla fuen con el famoso Jordi de jalili, nos invitó a una cafeteria de lujo rodeada de puestos sucios del mercado. Estuvimos fumando Shisa y hablando de politica internacional mas de dos horas, y despues de todo no le compramos ningun souvenir, porque lo que queria era entretenimiento y rollo teniamos para rato.
El cairo es precioso y caotico, no nos faltaron las tipicas fotos a la esfinge y las piramides, ni la divertida excursion al interior de Mikerinos.En cambio, el museo del cairo con sus momias y objetos estraidos de las tumbas, me pareció un poco triste.
Los lugares visitados en el crucero fueron, el Templo de karnak, Valle de los Reyes, Templo de Hachepsut,Comombo, Presa de Assuan y Abu Simbel.
El viaje a Abu Simbel me lo recomendo Chuchu, y a pesar del tremendo palizon en bus, merecio la pena por ver amanecer en el lago Nasser junto al templo reconstruido en la roca.
Lo mas curioso del viaje fue que teniamos un guia personal, porque contratmos el viaje con una mayorista completamente nueva. El tio se pasaba el dia fumando, rezando y contandonos su vida, nos hizo entender de primera mano como se viven las costumbres Isalmicas.Fue una gozada contar con el, porque se encargaba de que estubieramos los primeros en la excursiones, tan pronto nos conseguia una calesa, como nos llevaba en Faluca!. Recuerdo con nostalgia el te de la tarde, navegando sobre el Nilo y con buena conversación.
